El matrimonio en 1912, desde el
puerto de Gibraltar, se embarcó con su único hijo vivo, Antonio, con destino a
Hawaii. Se asentaron en Honolulú pero no les fue bien o no les gustó lo que allí
vieron y decidieron marchar a California.
Con el tiempo Diego, nieto de Isidra y Diego, e hijo de Plácido
y Concha deciden convertir la planta baja en una casa de comidas que se mantiene
en el tiempo y que es el conocido por todos Mesón La Troya.
Hay una clara intención de hacer visible únicamente a los asturianos, abulenses y andaluces que emigraron a las islas pero Manuel Trinidad, está empleando su tiempo y esfuerzos en estudiar y dar visibilidad a los extremeños que también emigraron y de los que no se sabía nada o casi nada.
En sus investigaciones ha descubierto que de los 8000 andaluces de los que se tienen
constancia que emigraron a las islas hawaianas, al menos unos 400 eran extremeños que procedían
mayoritariamente del norte de Extremadura, sobre todo del Valle de la Vera y
del Valle del Alagón, de los pueblos de Guijo de Galisteo y Granadilla.
En barcos cargueros, para nada preparados para el transporte de viajeros, partían desde Cardiff (Reino Unido) con paraban en Lisboa, Gibraltar, donde se embarcaban nuestros emigrantes y Chile hasta llegar a las islas de Hawaii. En aquellos barcos viajaban hombres y
Si no era poca las dificultades
que pasaban durante el viaje, cuando llegaban a las islas tenían que hacer
cuarentena (en caso de estar enfermo la decisión era devolver a los emigrantes
a sus países de origen) y una vez superada la misma los emigrantes, que eran analfabetos y que no sabían siquiera a qué lugar se dirigían, se encontraban con dificultades como el idioma y las calamidades con las que tenían que lidiar a diario.
Nuestros emigrantes trabajaron en los campos de caña de azúcar, en condiciones muy duras y tratados como esclavos.
Muchos no lo aguantaron y con los
pocos ahorros que consiguieron emigraron a Estados Unidos, al Estado de
California, y se asentaron sobre todo en San Francisco.
Paradójicamente en Estados Unidos nuestros emigrantes no tenían derechos y no podían, entre otras cosas, abrir cuentas bancarias para guardar el dinero que ahorraban por lo que tenían que guardarlo en sus casas. Durante el crack de la bolsa americana en 1929, los españoles que tenían sus ahorros en sus casos fueron entro otros los que no se perjudicaron por la ruina provocada por dicho evento y como tenían dinero, pudieron progresar y montar sus propios negocio y con el tiempo adquirir la nacionalidad.
Manuel Trinidad finalizó la conferencia contando las historias de otros extremeños que emigraron y que mantienen sus raíces familiares en nuestra tierra como D. José Hernández de Guijo de Galisteo y otros muchos.
Manuel en colaboración de una asociación de Málaga está trabajando duramente para poder realizar el "I Congreso Internacional de Emigrantes Españoles a Hawai y California (1907-1913)" y que se prevé tenga lugar los días 26, 27 , 28 y 29 de noviembre de 2022 en Cáceres y Málaga.Como es habitual, nuestro
Presidente, hizo entrega a Manuel Trinidad de nuestra “cabrita” y agradeció su participación en el Ciclo de Conferencias del Museo de Cáceres.
1 comentario:
Interesante conferencia.
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