19 de octubre de 2015

Excursión a Las Arribes del Duero

Los días 2, 3 y 4 octubre realizamos un viaje a la zona salmantina de las Arribes del Duero, una estrecha franja de tierra que va desde los profundos cañones del Duero hasta la penillanura occidental de la provincia de Salamanca.
Hemos visitado Ciudad Rodrigo, la estación paleolítica de Siega Verde, la localidad de San Felices de los Gallegos, el castro vetón de Yecla de Yeltes, Salamanca y las dos grandes presas de Almendra y Aldeadávila, incluyendo una travesía por el Duero. 

Paleolítico. Siega Verde
Es un conjunto de representaciones de animales realizadas sobre pizarras por la ribera izquierda del río Águeda, realizados con las técnicas de grabado inciso y el piqueteado. Aparecen diversos animales, predominando los grandes ungulados.


Edad del Hierro. Castro de Yecla la Vieja
Es una población vetona, que data de los siglos previos a la conquista romana. Sus orígenes se remontan al siglo V a. C., pero la mayoría de los edificios y elementos defensivos son del siglo III a. C. y siguientes. Está delimitada por las gruesas y bien conservadas murallas y otras estructuras defensivas. Destacan los petroglifos que decoran muchas de las piedras de la muralla, generalmente caballos, algunos con jinete.

Edad Media. San Felices de los Gallegos
Villa medieval, que data de principios del XIV, con arcos de entrada a la población, casas blasonadas, puentes medievales, Castillo del siglo XII que perteneció al ducado de Alba, museos del Aceite y de La Cantería. Conserva también la muralla y fortificación el siglo XVIII. Destacando la Torre del Homenaje.

La actualidad. El sistema HE del Duero
El Duero, a lo largo de 170 km., desciende más de 560 metros y tiene un gran caudal debido a sus afluentes. Se han construido numerosos saltos, como el de Aldeadávila, y la presa de Almendra, sobre el Tormes, que destacan por su magnitud entre las más de treinta centrales, con una capacidad productora de electricidad que supera los 3.000 megavatios de potencia instalada. El Duero ofrece, especialmente en el embalse de Aldeadávila, un espacio de gran riqueza biológica, tanto vegetal como animal, con la ventaja de ser navegable, lo que permite disfrutar de unas magníficas vistas del cañón del río.