24 de junio de 2019

Goyo Herrera y Adaegina. Semblanza y trayectoria.

Goyo Herrera en Almeida (Portugal). Una excursión de la Asociación Adaegina de Amigos del Museo de Cáceres el 17 de marzo de 2012. Goyo, siempre, marcando el camino. Foto: José Vidal Lucía.
Mi amigo Goyo

Decir que Gregorio Herrera García de la Santa, mi amigo Goyo, ha sido una persona excepcional, a estas alturas puede parecer lo natural y lo conveniente, pero resulta que es una gran verdad. Y no lo digo yo, sino prácticamente toda persona que haya tenido oportunidad de tratar con él.

Cuando, el pasado 20 de junio, con una tremenda tristeza, tuve que compartir en la página de Facebook del Museo la notica de su fallecimiento, me reconfortó mucho comprobar cómo de inmediato comenzaron a llegar reacciones y comentarios de los numerosos seguidores que tenemos. De hecho, en los cinco años de funcionamiento de la página no ha habido una entrada que haya tenido tanta repercusión, ni de lejos.

Los amigos de Goyo comentaban, sobre todo, lo excelente que fue como profesor, cómo enseñó a sus alumnos a amar la cultura clásica y la Arqueología, pero sobre todo a ser libres, a pensar por sí mismos y a administrar esa libertad. Goyo fue un docente vocacional, un guía que ayudó a sus alumnos a convertirse en personas plenas y que compartió sus vastos conocimientos con la mayor humildad del mundo, como si lo más natural fuese tener el privilegio de toparte con un profesor de su talla en un instituto cacereño.

Yo conocí y traté a Goyo sobre todo en su faceta de animador cultural, que venía ejercitando durante toda su carrera profesional. El Museo de Cáceres tuvo la inmensa suerte en 1983 de encontrarse con un grupo de entusiastas profesores y alumnos, capitaneados por Goyo, que habían creado nada menos que la Asociación Arqueológica “Adaegina” Amigos del Museo de Cáceres. En unos tiempos en que muchos directores de museos se afanaban intentando implicar a la sociedad civil en su funcionamiento y objetivos, en Cáceres Antonio Álvarez Rojas tuvo la enorme suerte de que esa asociación surgiera espontáneamente gracias a Goyo.

La inestabilidad posterior en el Museo, con muchos cambios de director en pocos años, los derroteros profesionales de Goyo y la natural dispersión de los alumnos al acabar sus estudios, dificultaron una continuidad en la existencia de la Asociación, pero la semilla estaba plantada, y vaya si brotó. Con el correr de los años, y sobre todo tras su jubilación en el Instituto, tuve la inmensa suerte de contar con Goyo para la recuperación de Adaegina. Los tiempos eran otros, y también los socios, pero el espíritu seguía, y sigue ahí. Gracias a Goyo, pateamos en distintas etapas la Vía de la Plata y la vía romana de Cáceres a Alcántara, colocamos un miliario en Santiago de Bencáliz para conmemorar el 25 aniversario de Adaegina, pisamos el escenario del teatro romano de Mérida, tuvimos la suerte de contar con un curso monográfico sobre cultura romana para los socios de Adaegina, y disfrutamos de sus explicaciones en las diferentes charlas y visitas guiadas a la Sección de Arqueología que nos ofreció.

Goyo fue, además, un excelente Guía Voluntario del Museo; se apuntó al programa que promovíamos con la Confederación Española de Aulas de la Tercera Edad y su implicación fue tal que cuando comenzamos el periodo formativo para los candidatos, fue él quien redactó la mayor parte de los materiales para la explicación de las salas de Arqueología vetona y romana. Sus explicaciones, sobre todo de la epigrafía romana, eran sencillamente magistrales.

Personalmente, tengo una permanente deuda de gratitud con Goyo, por todo lo que ya he mencionado, pero también por su constante disposición y por sus iniciativas de tipo cultural promovidas desde Adaegina. Cuántas veces hemos reflexionado sobre el riesgo de convertir la asociación en una especie de agencia de viajes, y cuántas veces ha sabido Goyo reconducir el entusiasmo de algunos socios hacia los contenidos culturales de Adaegina; si se proponía un viaje, Goyo rellenaba el programa con visitas a museos y yacimientos arqueológicos, si se proponía una ruta senderista, Goyo buscaba una vía romana por la que transitar, y si faltaban otras propuestas, Goyo tenía siempre una buena idea para unas conferencias o un curso. Una de las que trabajó con más ahínco, y que no podrá ver hecha realidad, es su propuesta de “el Museo a la calle”, para una exposición itinerante a base de panelería explicativa sobre los contenidos del museo, pensada para el periodo en que éste tenga que cerrar cuando, algún día, comiencen las ansiadas obras de reforma de sus edificios.

Pero si la valía de Goyo en el terreno docente, organizativo y como animador cultural está fuera de toda duda y le hacen una persona imprescindible para cuantos hemos tenido la suerte de conocerle, lo cierto es que su personalidad, su manera de ser, está incluso por encima de todos esos valores profesionales. Lo que más distinguía a Goyo es su bonhomía; cuando uno estaba con él, y cuando trabajaba con él, se daba cuenta enseguida de que estaba ante una gran persona, de una bondad y una entrega sin límites en todo aquello que emprendía. Nunca le he oído hablar mal de nadie, nunca le he visto enfadado ni le he visto ofender a nadie, jamás le he escuchado expresiones malsonantes; era un hombre bueno, un excelente compañero, alguien a quien sólo se le puede querer y de quien sabes que te puedes fiar sin reservas.

Por todo ello, la pérdida de Goyo supone para el Museo y para todos nosotros que le queríamos un mazazo del que difícilmente podremos recuperarnos, su huella es imborrable y el hueco que deja es enorme. Siempre le recordaré con todo cariño y gratitud, por todo lo que me enseñó y por su generosa entrega, que la tierra te sea leve, Goyo.

Juan M. Valadés Sierra
Director del Museo de Cáceres
--o0o--


GALERÍA de IMÁGENES

Cartel sobre los orígenes de la Asociación Adaegina de Amigos del Museo de Cáceres. Realizado con motivo del XXV Aniversario.
Ampliación de la foto del cartel. Grupo de estudiantes en una de las rutas arqueológicas que dieron origen a la Asociación. Entre ellos, al menos, un profesor y una profesora de Latín. Por algo será.
Goyo y Esperanza paseando por la ribera del Huécar. Vistos desde la otra orilla. En el viaje de Adaegina a Cuenca y Teruel en mayo de 2016.
Otra imagen de la visita a Cuenca. Mañana nublada de mayo.
Típica actitud de Goyo en los viajes culturales. Consulta de mapas, planos y folletos; toma de imágenes; observación y explicación de las rutas, ... Nada de "turisteo". Visita cultural, ruta arqueológica, ... Aquí en el viaje a Almeida de marzo de 2012.

Comienzo de la ruta en Aljucén. Goyo, a  la cabeza, marcando la ruta. Mucho camino y mucho día por delante (Lago y muro de Proserpina, los Milagros, visita general a Mérida con la guía de Miguel Alba, celebración en el Teatro Romano, ...)
El grupo de Amigos del Museo en Proserpina. DEA ATAECINA TURIBRIGENSIS PROSERPINA...
Goyo en su salsa explicando los "Milagros". Aquel día tuve el honor de compartir con él la explicación del acueducto.
El grupo ante el acueducto de los Milagros en su tramo del Albarregas. Foto: Demetrio González Núñez.
Celebrando el 30 aniversario en el "templo de la sabiduría, ante la imagen de la diosa Ceres". ¡Qué mejor lugar!
AD NUMINA VIARUM
AD NUMINA VIARUM. El texto de la liturgia de celebración. El celebrante, autor y lector del texto, nuestro amigo Goyo. Recreación gráfica: José Vidal Lucía.

A LOS DIOSES DE LOS CAMINOS

Amigos y compañeros todos. 
En el año trigésimo desde la fundación de Adaegina, 
henos aquí en el templo de la sabiduría, ante la imagen de la diosa Ceres.

Después de haber dado muchos miles de pasos, después de visitar muchas ciudades, muchos pueblos, muchos campos, aquí y ahora, en este bellísimo templo dedicado a honrar a las musas, es el momento de renovar nuestro compromiso con los espíritus de los caminos, con las nueve musas de las nueve artes, y con aquel museo a ellas dedicado que en Cáceres tenemos los cacereños:

Calíope, “la de la hermosa voz”, 
protectora de la elocuencia, de la belleza y de la poesía épica.
Clío, “la que ofrece gloria”, inspiradora de la Historia y la epopeya.
Erato ,”la amorosa”, guía de la lírica
Euterpe, “la muy placentera” que nos deleita con música.
Melpómene, “la melodiosa” que canta la tragedia.
Polimnia, “la de los muchos himnos”, inspiradora de los cantos sagrados.
Talía, “la festiva” creadora de la comedia.
Terpsícore, “la que deleita en la danza”, que alegra nuestros cuerpos con sus ritmos.
Y Urania, “la celestial”, que nos guía con su poesía por entre los astros y las ciencias exactas.
--o0o-- 
Curso de Cultura Romana en el Museo de Cáceres

Este curso sobre Cultura Romana se celebró en el Museo de Cáceres en noviembre de 2014. Goyo fue su promotor y autor del programa. Desarrolló además dos ponencias y una visita guiada a las salas de Roma del Museo. Una experiencia memorable.
--o0o--
Otros eventos
Goyo, en la Asamblea del 10 de enero de 2017, presentando sus propuetas de actividades culturales para el año. Siempre una programación impecable que llenaba de actividades el curso que comenzaba.
De nuevo en 2017, presentando esta vez la V Edición del Premio Publio Hurtado.
Con Esperanza observando una de las vitrinas de la sección de Etnografía del Museo. Día de la Mujer Trabajadora 2017.
En la inauguración de una Exposición de los alumnos de Fotografía del IES El Brocense. Cámara en ristre, registrando el evento.
7 de abril de 2017. Visita guiada al Parque Periurbano "Dehesa Boyal de Montehermoso" con Juan Jesús. Un día de campanas, dehesa boyal y artesanía de la gorra. Goyo, un paso al frente.
El grupo de Amigos del Museo ante la Gran Encina y cerca de uno de los dólmenes de la dehesa boyal.
Parada en El Barco de Ávila en nuestra visita a Ávila a finales de septiembre de 2018. Al atardecer junto al puente sobre el río Tormes.
En el Monasterio de Santo Tomás, en Ávila. 30 de septiembre de 2018.
Con el grupo de Adaegina.
--o0o--
Una excelente iniciativa de Goyo
Calendario para 2017 realizado a partir de un comic de Miguel Alba.

--o0o--

La noticia en el Facebook del Museo de Cáceres


S T T L

--o0o--
Semblanza y noticia en el Facebook: Juan M. Valadés Sierra.
Fotografía del grupo ante "los Milagros": Demetrio González Núñez
Fotografías, comentarios al pie y realización: José Vidal Lucía Egido

4 comentarios:

Unknown dijo...

Quiero compartir con vosotros el recuerdo de Goyo.

Para los que fuímos sus alumnos,un profesor en quién el saber y el ser iban de la mano.

Con él que compartimos ampoyas a lo largo de la Via de la Plata, noches en la hoguera con la guitarra de Jose María Alegre, en su casa pintando romanos y catapultas, su hijo César y su perra Laica y que nos demostró que la cultura clásica no es sinónimo de pedantería.

Goyo te queremos .

Susy (Mª Jesús González Estévez)

ADAEGINA dijo...

Gracias, Susi, por tus entrañables palabras.
Un excelente recuerdo.

Unknown dijo...

Hoy como tantos martes en q Goyo y Esperanza a las 9.30 venia. A clase de gimnasia con la fisio Cristina muchos han entrado preguntando q cómo se encontraban , la tristeza nos embargo por unos momentos y las ganas de dar un fuerte abrazo a Esperanza, todos coincidimos en lo mismo Esperanza empezamos el segundo martes de octubre y todos queremos q estes con nosotros. Un fuerte abrazo en estos momentos y contamos contigo
Mª Asunción González Sáiz

Unknown dijo...

Lo siento mucho. Era una gran persona y fue un magnífico profesor.

Lucía Mateos Martín (20/05/19)