23 de marzo de 2012

GOYO EN LA CONFERENCIA




Buenas tardes. Hoy martes, día 20 de Marzo, como corresponde, según el programa, continuamos con la segunda intervención en este ciclo de conferencias que ha organizado la Asociación Adaegina en colaboración con el Museo.

Gracias por vuestra asistencia, y una vez más reconocemos cómo los socios saben corresponder e interesarse por las actividades que organizamos y no sólo por los viajes, que también son interesantes.

Algo que tenemos que reconocer, como ya se ha manifestado en la prensa: Todas estas conferencias son gratuitas. Para la Asociación representan una excelente ocasión para mostrar una nueva faceta, la del potencial de sus socios como investigadores y difusores del legado cultural cacereño.

Siempre que se presenta a alguien conocido, se suele comenzar con palabras como éstas: es obvio, o también con esta otra, huelga presentaros a Goyo Herrera García de la Santa, porque es bien conocido por todos y no necesita presentación; pero por atención y consideración y merecimiento lo hacemos; aunque lo más interesante serán sus investigaciones y estudios que nos va a exponer posteriormente. Esta corta presentación sirve para avalar y dar credibilidad a su conferencia:

Fue profesor de latín en secundaria durante treinta y seis años, de los cuales nueve en el Instituto Norba Caesarina, de Cáceres, uno en el Santa Eulalia de Mérida y veintiséis en el Brocense, de Cáceres.

En el campo de la Arqueología, ha colaborado en cinco campañas en excavaciones de la villa romana de Monroy, y en una campaña en la ciudad de Cáparra, en Los Barruecos y en el Cerro de la Horca, en la localidad de Plasenzuela.

Al incorporarse al Instituto El Brocense fundó en el año 1982 con otros profesores y alumnos la Asociación Adaegina, lo que tiene a gala; además fue el primer Presidente de la Asociación, con la que ha desarrollado múltiples actividades formativas y lúdicas (ambas a la vez), y otras actividades de colaboración con el Museo de Cáceres.

Ya destinado en El Brocense, fue durante dos años Asesor y Director de Actividades Juveniles en la Dirección General de Juventud en la Consejería de Educación y Juventud de la Junta de Extremadura.

Actualmente forma parte de la Directiva de la Asociación, como vocal de la Sección de Arqueología.

Y ahora dispongámonos a escuchar atentamente a Gregorio en la conferencia que lleva este título: “En torno a la villa romana de Monroy”

21 de marzo de 2012

Francisco Cillán - ciclo de conferencias

Le recordamos que mañana jueves, 22 de Marzo, se celebra la tercera charla de nuestro Ciclo de Conferencias:

Conferencia

Jueves, 22 de Marzo a las 19,30 horas

«Ñuflo de Chaves, un conquistador extremeño poco conocido»

Por D. Francisco Cillán Cillán, Profesor de Secundaria y Cronista oficial de Puerto de Santa Cruz. Socio de Adaegina

Salón de Actos del Museo de Cáceres

Asistencia libre y gratuita

Francisco Cillán Cillán, ha sido Maestro y Profesor de Educación Secundaria (Lengua y Literatura Española), durante cuarenta y dos años. Licenciado en Filología Hispánica y Dr. en Filosofía y Letras, Cronista Oficial de Puerto de Santa Cruz (Cáceres), y miembro de la Asociación Nacional de Cronistas Oficiales de España. Colabora con revistas comarcales, regionales y nacionales donde tiene publicado varios artículos de carácter psicopedagógicos así como los libros Legislación de la Educación Especial en España y la específica de la Comunidad Autónoma de Extremadura (2004); Atención a la Diversidad en el Marco de la LOE (2007); Los trastornos de espectro autista en la escuela inclusiva (2008). Pero ha realizado su mayor labor investigadora en el campo histórico, antropológico o folklórico con múltiples artículos y libros entre los que destacan Puerto de Santa Cruz, un condado del siglo XVII (1995); La religiosidad de una villa extremeña durante el Antiguo Régimen (1997); Nanas y Rimas de la Primera y de la Segunda Infancia (2004); Rimas de la Tercera Infancia y de la juventud (2005), y los realizados en colaboración con José Antonio Ramos: El Procesionario de Trujillo del siglo XVIII (2010) y El Procesionario del siglo XVI (2011).

Ha sido cofundador de revistas, prologado libros, participado en congresos y asiduo comunicador en los “Coloquios históricos de Trujillo”, desde 1994, donde ha presentado en los respectivos años múltiples trabajos.

19 de marzo de 2012

Enrique Cerrillo y Gregorio Herrera

ciclo de conferencias - MONROY

Pero, limitándonos al período romano, tenemos los restos encontrados en la propia ciudad, los restos del campamento romano conocido como “Cáceres el Viejo” estudiados ya por Adolf Schulten y, entre otros, esta villa tardorromana en el término municipal de Monroy.

Aunque es una villa grande, no es especialmente lujosa. Existe, desde luego la zona señorial, con sus habitaciones rematadas en ábsides y cuyos suelos están cubiertos por mosaicos. Dichos mosaicos tienen dos momentos bien determinados. La habitación número 14 y el ábside número 1 es claramente anterior al resto. Incluso esta zona noble ha sufrido los embates de la adversidad y se ha visto modificada, tapiándose alguno de sus elementos. No existen restos de “terra sigilata” extranjera, ni gálica ni del norte de África, lo que nos habla de un establecimiento sin lujos. La cerámica es común, con alguna sigilata española.

Además de esta zona noble o urbana tenemos una zona rústica donde se ubican las zonas de trabajo, los almacenes e incluso un hórreo del cual sólo quedan los cimientos, al ser de madera.

Por último, existe una zona fructuaria, en la cual se elaboran los productos obtenidos de la explotación: molinos, lagares, hornos, laneras. Los restos de la cultura material no son especialmente raros ni lujosos. Vasijas comunes, cardadores de lana, la omnipresente podadera de todas las explotaciones extremeñas.

Una conferencia muy interesante, expuesta de una manera didáctica, que nos permite conocer cómo era la vida agrícola extremeña en época de los romanos. Si tuviese que elegir algún aspecto, resaltaría como el conferenciante ha ido comparando la realidad de esta villa con las ideas que los tratadistas agrícolas romanos, Catón, Varrón y Columela expresaron en sus libros. Los desconocidos constructores de esta villa las siguieron casi en su totalidad, en lo que se refiere a

- Agua en abundancia.

- Presencia de ciudades próximas, pero no excesivamente cercanas.

- Proximidad de alguna vía de comunicación, ya sea calzada o río.

La villa romana de Monroy reúne todos estos requisitos y se aparta en otro de las ideas de estos escritores. Como, por ejemplo, en la orientación. La villa está orientada al S.O. Ni al este ni al sur.

(tomado de este enlace de Fernando Claros: http://fernando2009.wordpress.com/)